‘BEYOND ILLNESS’

Beyond Illness es mi Trabajo de Fin de Grado de Bellas artes. Este proyecto artístico parte del acompañamiento a niños que padecen cáncer de la unidad de Oncología pediátrica del Hospital Montepríncipe (Madrid). Propone la creación artística como un medio para que el niño exprese su realidad. Esta experiencia plantea reflexionar sobre la idea de la persona enferma en torno a sus prejuicios y metáforas sociales. El proyecto aborda desde un punto de vista catártico cuestiones relacionadas con la enfermedad del cuerpo, el reconocimiento de la interioridad de la persona enferma y la dignificación del sufrimiento.
El proyecto se materializa en: una serie de pinturas personales realizadas en base al acompañamiento a niños con cáncer; un conjunto de obras creadas por los niños en sesiones de arte terapia; y una exposición de las obras de los niños que llevan al espectador a poder tener su propia catarsis. Esto genera una mayor comprensión y visibilidad de un grupo no tan pequeño de personas y una enfermedad “tabú” cada vez más presente en nuestra sociedad.

1. Se dice cáncer:

El conjunto de obras personales recibe el nombre de Se dice cáncer. La creación de estas obras consta en la realización de seis lienzos pintados en acrílico que reflejan una catarsis personal generada a partir del acom- pañamiento a niños de la Unidad de Oncología Pediátrica del Hospital Montepríncipe. Esta catarsis también viene influenciada por la experiencia pasada relacionada con el cáncer que padeció mi padre hace un año. Las obras parten de la reflexión que se ha producido en torno a la consideración del cáncer como una enfermedad tabú contemplada en ambas experiencias personales, a pesar de que es una de las enfermedades graves más habituales en occidente. Esto se debe a que existen ciertos prejuicios establecidos respecto a la enfermedad relacionados con la muerte, la destrucción o términos despectivos asociados únicamente con el sufrimiento (padecer una enfermedad no significa ser la enfermedad). Por ejemplo, designamos la palabra “cancerígeno” cuando algo es negativo.
Se asigna a la persona enferma únicamente un cuerpo enfermo y suprimen su condición personal y su dignidad. Lamentablemente, esto ha llevado a
muchos pacientes con cáncer a ocultar su enfermedad. Las obras constituyen una reacción a todas estas me- táforas establecidas (que se agravan en el caso del cáncer infantil) y a la infantilización que se crea en torno a la figura del niño enfermo. Por ello, a través de las obras se presenta una visión general del cáncer infantil per- sonal que desmitifica la enfermedad. Los temas tratados son la constante transformación y readaptación de un cuerpo cambiante causada por los tratamientos del cáncer, las miradas despectivas de un observador que desconoce esta realidad y genera prejuicios sobre el niño enfermo, la adaptación del niño a su nueva co- tidianidad en el hospital, la sublimación del dolor (encontrar la belleza en el dolor) y la fragmentación de su dimensión personal y su dignidad (a pesar de que el niño está enfermo sigue siendo niño).
Las obras contribuyen a la normalización del cáncer y a la purificación y eliminación de estas emociones con- flictivas generadas en el artista a partir de la catarsis que se lleva a cabo en el proceso de plasmación visual de estas obras.

Metamorfosis, Acrílico sobre lienzo. 46x55cm. 2022

Prejuicios. Acrílico sobre lienzo. 55x46cm. 2022

Nueva cotidianidad, Acrílico sobre lienzo. 46x55cm. 2022

Detalles, Acrílico sobre lienzo. 55x46cm. 2022

Buhíta, Acrílico sobre lienzo. 46x55cm. 2022

Escuela, Acrílico sobre lienzo. 46x55cm. 2022.

A través de las obras, se produce un mayor conocimiento de la enfermedad del cáncer para que no se comprenda a la persona enferma solo como un cuerpo enfermo, un extraño que resulta ajeno, sino como una persona con dignidad. Este conjunto da un sentido holístico a una enfermedad como el cáncer mostrando una visión general de los procesos que la representan (sin entrar en aspectos “médicos”). Sobre todo, ha pretendido darle visibilidad para que se comience a tratar como cualquier otra enfermedad, no como un tabú social. La normalización de esta no parte del tremendismo ni del victicismo, sino de asumir que se ha tratado con personas que padecen una enfermedad, que ante todo siguen siendo personas dentro y fuera del ámbito clínico. En ningún caso se ha ocultado en las obras que el niño por ser niño no está enfermo, sino que se acepta su enfermedad, así como su con- dición de persona (no solo como un cuerpo enfermo).
El conjunto de obras ha sido el resultado de una catarsis emocional personal generada gracias a la plasmación de emociones retenidas durante las experiencias relacionadas con la enfermedad a través de la pintura. Pero al igual que el artista se deshace de sus emo- ciones en su creación, el espectador lo hace a través de la contemplación e identificación con sus emociones en lo que observa. El cáncer es una realidad que todos nosotros o cualquiera de nuestros allegados podríamos sufrir. Esta situación no produce indiferencia en el espectador, por lo que debe empatizar con ella y reaccionar de manera que ayude a combatir los estereotipos y tabús de la enfermedad.

2. Obras sesiones de arte con los niños y exposición ‘Cotidianidad’:

La segunda parte del proyecto consta en unas sesiones de arte llevadas a cabo con niños de ocho a dieciocho años de la unidad de Hematología y Oncología del Hospital Montepríncipe donde asumían el papel de creadores. A través de ellas, los niños descubren en la creación de arte, y, sobre todo, en la pintura, el dibujo y el collage un medio para expresar y comunicar sus pensamientos, emociones y conflictos internos. Las obras resultantes tienen gran valor artístico porque revelan la interioridad de estos niños y nos ofrecen datos sobre cómo viven su cotidianidad durante su enfermedad. Muestran esta significación de lo cotidiano a partir del reflejo de su entorno, de los objetos que les rodean, su personificación y la representación del cuerpo. A través de la creación artística se comprende al niño que refleja tanto la realidad que le rodea como a sí mismo y sus pensamientos que pueden estar ligados a la transformación que está sufriendo, sus emociones internas y la autoaceptación que debe llevar a cabo durante su enfermedad. Por tanto, se muestra el valor que tiene integrar la práctica de sesiones de arte como parte de un desarrollo integral del niño enfermo, para que, a pesar de tener una enfermedad puedan seguir teniendo la oportunidad de conocer nuevas vías de expresión y seguir sintiendo su condición personal que preserva la interioridad. Algunas de las obras propuestas se relacionan con actividades sobre el retrato, el bodegón, la reflexión sobre sus propios sentimientos mediante texturas gráficas, siluetas, lugares que les motivan y también, emociones respecto a otras técnicas como la música. También, se han complementado estas actividades con presentaciones explicativas que contienen ejemplos de artistas para mostrar las distintas formas de abordar una obra de arte.
Este proyecto supone un avance para el arte pueda servir al niño enfermo como consuelo, como (re)conocimiento de la realidad y de la transformación que sufre a nivel corporal y emocional. A partir de este, pueden lograr sentirse comprendido en sus obras y en caso de que necesiten, estas pueden dar pistas a los expertos para que se aplique algún tipo de apoyo emocional. También, el espectador de las obras de los niños comienza a ser consciente de una situación importante como lo es el cáncer infantil, que es una enfermedad bastante cercana en la actualidad.
(Por temas de protección del menor estas obras no pueden ser exhibidas).​​​​​​​
El proyecto Beyond Illness se completa con el comisariado de la exposición Cotidianidad (11 mayo- 18 mayo 2022). Esta presenta una selección de algunas de las obras realizadas en las sesiones de arte por los niños de la unidad de Oncología y Hematología pediátrica del Hospital Montepríncipe. El conjunto de obras permite hacer un recorrido cronológico por los pensamientos, la personalidad y las emociones cotidianas del niño durante algunos meses de su enfermedad. A través de ellas, el espectador tiene la oportunidad de conocer la realidad del niño que padece de cáncer infantil a partir de los propios dibujos, pinturas y collages que realizan ellos mismos. La exposición se ha realizado en la consulta de la propia unidad del hospital, para que las personas que concurren por el lugar tengan la oportunidad de tener una experiencia estética con las obras y poder llevar a cabo una catarsis personal con ellas. El objetivo de esta exposición consta en desvelar al espectador el cáncer infantil para que pueda generar empatía al sentirse identificado con estas personas (por compasión y temor ante ellas) y pueda reaccionar ante la situación y contribuir a la visibilidad y normalización del cáncer. Además, el espectador puede ser consciente a través de la contemplación artística de que existe poca necesidad de huir del sufrimiento, porque este te va a perseguir donde vayas y gran parte del arte, de hecho, surge gracias a esta herida. Las obras pueden ayudar también al espectador (que puede ser una persona sana, enferma o tener a un allegado en este estado, estar en proceso de duelo…) en esta identificación a sentirse menos solos ante el arte y poder hacer su propia purificación. Con esta exposición, también se consigue producir un mayor conocimiento sobre el cáncer para que no se comprenda a la persona enferma solo como un cuerpo enfermo, un extraño que resulta ajeno, sino como una persona con dignidad, con inquietudes y emociones internas. Esto sirve de beneficio social para los todos los niños que sufren cáncer porque al dar visibilidad a las emociones del niño enfermo se puede empezar a tratar el cáncer como cualquier otra enfermedad, no como un tabú social rodeado de metáforas negativas.